sábado, 11 de marzo de 2006

EL DÍA COMENZÓ CON RICARDO... Y TERMINÓ CON MICHELLE

Hoy por la mañana todos fuimos testigos de lo que fueron los últimos momentos de Ricardo Lagos como gobernante de este país. Lo vimos entrar por última vez en La Moneda con su banda presidencial cruzada sobre el pecho, un sobrio terno oscuro y su esposa acompañándolo en todo momento.

Se observaba un ambiente de emotivo, teñido de despedidas que no cesaban entre quienes se encontraban. Era el caos típico del cambio de casa.

Condoleeza Rice llega. Se va.

La foto con los Ministros, con l@s cónyuges de los Ministros y posteriormente la despedida de la guardia de Palacio a la que el Presidente saludó habitualmente durante seis años.

Saludo a la prensa. Salidas de protocolo constantes para saludar a la gente. Casi se cae haciéndolo, pero no pasa nada, es lo que importa.

Hay en su mente emoción y nostalgia por el recuerdo de días pasados mientras se dirige a Valparaíso, debe entregar su puesto de Mandatario a la Señora Michelle Bachellet.

Michelle tiene 54 años, hija del rigor por años de una dictadura pasada que le dejó como doloroso saldo la perdida de su padre. Cuestionada por la opinión pública al ser mujer, socialista, agnóstica, por tener hijos de distintos padres (anótese, dos matrimonios a su haber, separada igual número de veces, eso le EMPUTECE a los sectores conservadores), por ser socialista, pero sobre todo (Y lo reitero) por ser mujer.

Los mandatarios de otros países llegan. Las autoridades eclesiásticas llegan. Condoleeza llega. Chávez llega. Evo llega. Toledo llega. Lula llega. El Príncipe llega. Todos llegan, hasta la Banda tricolor.

Ella arriba al Congreso en Valparaíso vestida de blanco. Un traje de dos piezas, falda bajo la rodilla con ruedo amplio y una chaqueta acorde con la moda militar de hoy en día (Es mujer, es obvio que tenga que estar a la moda... a los hombres no les interesa eso).

Michelle espera impaciente, la Banda es suya, sólo deben cruzarla sobre su pecho, como lo hicieran con Lagos seis años antes, cuando juró como Ministra de Salud sin siquiera imaginarse que ella sería la próxima en pasar por ese trance.

Ricardo, Mandatario saliente, se asoma por las puertas del Congreso, la gente lo ovaciona, lo admira, ya lo extrañan, lo quieren de vuelta el 2010... Pero ese es otro asunto, ya se verá, este es el momento de Michelle, que sigue esperando. Esta nerviosa. Quizás piensa en su padre, recuerda cosas, rememora momentos felices, una vida entera recorrida, llena de baches para llegar a esa instancia.

La gente expectante. Michelle promete que cumplirá con su deber, con sus promesas... Las que pueda en cuatro años de Gobierno, hay que ser realistas.

Lagos se quita su banda y al hacerlo ya no es Su Excelencia, solamente es Lagos, Ricardo Lagos y nada más... Y eso es todo.

Abraza a su sucesora, le desea lo mejor y emprende la retirada en medio de los vítores de los presentes, que le agradecen, que le perdonan todo, que creen en su palabra, que lo esperan para el 2010.

Michelle se lleva las manos al corazón, visiblemente emocionada cada vez que los aplausos que despidieron al hombre que se atrevió a encarar a Pinochet, se transforman en su bienvenida. Es que este día 11 de Marzo está tan llenos de sentimientos encontrados, tristeza por el que se va y alegría por la que llega.

Un sonoro

"Michelle, te amamos" proviene de una garganta masculina.

Resuena en el gran salón aquella frase, ella lo recibe con una sonrisa y un discreto comentario a Frei, su compañero de puesto...

"Le voy a tener que pedir el teléfono..."

Risillas entre los dos.

Los Ministros pasan uno a uno, juramentos y promesas, termina la ceremonia. Paseo en el Ford Galaxy por las calles porteñas. Fotos oficiales, almuerzos oficiales, primera visita oficial a Casablanca... Todo es oficial, todo es nuevo, todo es por primera vez. Ella se va.

Camino a Santiago, la gente espera. En los noticiarios el nombre de Ricardo Lagos se desvanece, se diluye y pasa a lo que ya fue, pero aún se extraña entre la gente, aunque celebren la llegada de la primera mujer a La Moneda.

Los reporteros frenéticos en la Moneda corren para entrevistar a los Ministros, a los presentes, todas las mujeres dicen que ahora ellas mandan (Un comentario que de tanto oírse aburre, pero que ahora es una realidad ¿No?).

Bandas presidenciales por doquier entre mujeres y niñas, pocos hombres la portan, es que no está IN, por cuatro años estará OUT. Contactos de prensa van y vienen. La Presidenta Bachellet se acerca, el balcón del segundo piso del Palacio de Gobierno se adorna para el primer discurso oficial de la Presidenta a todo el país, por cadena nacional.

La familia de la Mandataria llega, la prensa los acosa... todo es caos, ellos se sienten ajenos, quieren ver a la hija, a la mamá, a la Michelle, la que ellos han conocido desde siempre.

El Ford Galaxy se acerca y en el camino se encuentra con pancartas de apoyo, algunos miran con un aire despectivo el hecho o porque no les interesa o porque ella no es a la persona que querían ver sobre ese automóvil. Michelle saluda radiante, de blanco, orgullosa con su banda sobre el pecho, pensando en lo que hará el lunes. Sonríe, piensa, recuerda y escucha.

La gente la sigue esperando y se vuelve eufórica cuando ella hace su aparición y los papelitos picados en cuadrados caen del cielo para recibirla.

Baja, se encuentra con unos niños, saluda a la Guardia de Palacio, entra al Palacio de Gobierno. Da su discurso, recuerda a su padre, le para el carro al público, pero en buena

(MICHELLE: Asume su similitud con Salvador Allende y Eduardo Frei Montalva. Luego dice sentirse orgullosa de continuar la senda de Patricio Aylwin, de Eduardo Frei Ruiz-Tagle...

PÚBLICO: Pifea porque no nombra pronto a Ricardo...

MICHELLE: Momentito, momentiiiiiiitoooo-dice interrumpiendo la interrupcion del público-Ya viene, ya viene... LLEVO POCAS HORAS Y YA ME QUIEREN MANDAR!!!).

Recuerda presidentes, recuerda a Lagos, menciona a las Fuerzas Armadas y de Orden, la gente aplaude porque ella dice que ahora éstas son de la gente... Gracias a Cheyre dicen muchos, quien lo sabe.

Michelle desaparece entre flores y banderas apostadas en el balcón. La gente se enceguece de euforia, alegría. Michelle ahora es presidenta, Lagos queda en la Historia.

Las luces no se apagan, siguen actividades, una gala cultural en la Estación Mapocho, ella seguirá viva desde hoy hasta marzo del 2010.

Extrañaré a Lagos.

Bachellet me despierta sentimientos encontrados, me siento huérfana ahora, pero falta tiempo, aún tiene un Gobierno por delante y mi opinión puede cambiar.

Es un hecho histórico, por donde se le vea.

Una vez mi profesora de Historia del Liceo nos dijo que nosotros día a día construíamos la historia, que nunca pensáramos que los hechos que leíamos en los libros eran ajenos a nosotros, porque de una u otra forma somos nosotros quienes lo cimentamos con aportes pequeños, pero que unidos unos con otros hacen un enorme bloque que sostiene nuestro mundo. Eso es lo que pienso cuando me siento huérfana, cuando la veo con su traje blanco montada en su Ford Galaxy y me renace ese sentimiento extraño de desconfianza.

Los días son como son y así fue este en mi país.

Chile amaneció con la figura de Ricardo, ahora se dormirá con la esencia de Michelle flotando en el aire.

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