MÁS ALLÁ DE MIS EXACERBADAS ADMIRACIONES...

Me gusta cuando viene Isabel Allende, la escritora, a Chile... Cuando da una entrevista la disfruto tanto... Es que ella es muy divertida y aún sueño con que venga de nuevo a esta ciudad para llevarle otro libro destinado a ser autografiado para mí y, por supuesto, repetirle esa frase tan ridícula que le dije la única vez que dió una conferencia acá...

"¡Estoy estudiando periodismo por tí!"...

No es que ella, menudita como es, me haya puesto un rifle en la sien para obligarme a pisar una escuela de comunicaciones, eso lo hice por cuenta propia... Lo que pasa es que fue por la profunda admiración que comencé a tenerle en la pre - adolescencia, cuando leí La Casa de los espíritus. Al admirar a una persona, quieres parecerte un poco a ella. Yo supe que la Allende fue periodista autodidacta y quise serlo también... Bueno, pasó el tiempo... Comencé a averiguar de qué se trataba esta profesión y me gustó más allá de mis exacerbadas admiraciones.

Me río mucho cuando escucho a Isabel Allende. Aún continúa siendo una escritora importante para mí y la causa por la cual descubrí mi vocación. Sigo conservando la carta que me envió en respuesta a otra que le envié a los 15 años (y cuya escritura fue digna de una niña de 7 años) y tengo todos sus libros, menos su primera novela, esa la perdí en extrañas circunstancias.

También me río mucho cuando leo "Los impertinentes", una antigua columna que ella escribía en una revista femenina de antaño.

En fin... Voy a dormir, estoy cansada y mañana tengo que terminar con este adelanto que ya tiene una semana de retraso...

¡Por la cresta!