lunes, 28 de diciembre de 2009

LA VIDA ES INJUSTA...

A la Daniela (Alias "D") la conocí hace dos años, estaba en la oficina de admisión con su ex - marido y el, entonces, menor de sus hijos varones.
"¿Tú eres la alumna nueva de periodismo?", le pregunté y con cara de asombro me contestó que sí, que ella era.
Todos en el curso sabíamos que llegaría una nueva compañera desde Concepción, pero nunca llegaba y cuando la vi tuve la corazonada de que ella era.

Tras ese día nos convertimos en amigas... Pero éramos de esas que cuando nos enojábamos ardía Troya, pero nos abuenábamos altiro porque no podíamos estar distanciadas. Salíamos a almorzar al mercado, íbamos a tomarnos un café o caminábamos juntas al terminal para que ella regresara a su casa. La Daniela era una de las poquísimas personas que realmente entendía la naturaleza extraña de mi carácter, que me apoyaba en momentos difíciles y a la cual escuchaba, aconsejaba y contaba chistes.

Es increíble la cantidad de recuerdos que genera la interacción con otra persona que, siendo ajena a tu familia, se hace importante para ti. Daniela fue trascendental para mí y creo que si alguna vez hubiera tenido la oportunidad de zamarrearme y cachetearme para que me diera cuenta de que estoy mal enfocada en la vida, lo habría hecho y con gusto, porque su objetivo era hacer que finalmente aterrizara mis patitas en la tierra.
"¡Pero si tú eres fuerte, lo que pasa es que no te das cuenta de eso! ¿Cómo hago que te des cuenta?", me dijo una vez.

"¡Eres huevona o te haces! ¿Cómo se te ocurre hacer una cosa como esa contra ti misma?", me dijo en otra oportunidad.
Ella estaba ahí siempre y en su momento no supe apreciar que me ofrecía su hombro para llorar y ladrillos para fortalecer mis cimientos.

No me acostumbro a que no esté más. Ayer venía de Yumbel con su novio, el hijo de ambos que apenas tiene dos meses, su suegra y una prima. El auto perdió el control, cayó en una zanja. La Daniela murió instantáneamente... Fue la única que falleció. Su bebé esta en el hospital y los demás resultaron lesionados. Y me da pena. Y tengo rabia. Y me pongo a pensar en que desde hace días andaba con una necesidad gigante de verla y por alguna estúpida razón no lo hice. No la llamé... Hace dos meses no hablábamos, pero por facebook sabíamos la una de la otra.

Es la primera vez que me pasa esto de perder un amigo, alguien que no tenga relación sanguínea conmigo... Y me duele tanto. Tenía 28 años y se fue. Ella ni siquiera quería irse (Tenía otros tres hijos por los cuales luchar) y a veces yo lo único que quiero es irme... No quiero pensar que ese es el zamarreo que la vida me da para darme cuenta de que debo mejorarme y luchar. No quiero pensar, porque encontraría muy injusto que para eso, mi amiga se haya tenido que ir.

¡Te echo tanto de menos, Dany!.... Es como si me faltara la otra mitad.

Amiga mía, nunca se olvidarán los cigarros, los cafés, las pailas de huevo en el casino de la U, las chelas y los carretes compartidos. Ni esa alegría gigantesca que te caracteriza... Te quiero demasiado. Para mí no te has ido, sigues aquí con todos quienes te conocimos y te amamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario