LA FAMILIA GRINCH...

Estoy esperando que la pildora del sueño me haga efecto y me pongo a escribir confiada de que no me quedaré dormida sobre el teclado, porque esta cosa cada día se demora más en hacer efecto...

Bueno, ya estamos a 24 de diciembre. Se supone que hoy es nochebuena y lo bueno de que este día ya haya llegado es que los vecinos que vienen a comprar al negocio de mi padre dejarán de preguntar...

"¿Y no hicieron arbolito de pascua?"...

A mí la navidad, en lo que respecta a árbol, me da lo mismo desde hace unos años y mis padres son de la misma onda

"Armábamos el árbol porque eras una niña y a los niños hay que armarles el árbol", dijo mi mamá una vez.

O sea, aparte de haber sido una niña que prefería que, en lugar de Papá Noel, le entregara los regalos un payasito, ahora soy una adulta que no arma ni árboles ni pesebres en casa. Y sus padres la aganchan. O sea, somos una familia Grinch.

Yo nada más quiero que este año se vaya pronto. Pero no digo...

"Espero que el próximo sea mejor"

Eso se lo deseo a los demás, si lo digo yo pueden pasar cosas extrañas. Al finalizar el 2008 dije que esperaba que el 2009 fuera mejor. Es mejor prevenir que curar

¿No creen?

Sólo me voy a limitar a desear una cosa, que la tesis llegue a su fin satisfactoriamente y que pueda conseguir empleo. Eso se puede desear, porque cosas como esas pueden ocurrir en medio de las tempestades o en medio de los climas templados. Es lo que creo yo.

Ayer un coleguilla se encontró conmigo en la calle y me dió tanta risa...

"Tienes el pelo rojo... ¿Qué te pasó? Si ayer en el super andabas castaña", dijo con cara de impresión cuando me vio.

"Casi rojo, si son visos no más"

"¿Pero por qué rojo?"

"Porque me gusta el rojo y quiero generar justamente ese efecto, que se impresionen, despues no lo puedan creer y despues se resignen a que ahora soy cabecita de zanahoria"

Luego seguí mi camino por el centro y me daba risa recordar la cara de "P.V". Quiero que a quienes me conocen les cueste asociar mi nueva imagen con quien soy. Que se den cuenta de que cambié.

Ya en materias más frívolas. Lo malo del pelo rojo... Como que alguna ropa de color específico no pega ni junta con tu cabello nuevo... jajaja. Pero son detalles, si mi padre anda diciéndole a todos que nunca he sabido combinar bien los colores.

Tengo una tarjeta para él, escribirla me ayudó a entenderme y entender lo que ha pasado. Lo que pasará y lo que nunca pasará. Hoy temprano iré a dejársela, luego iré a Aldea Campesina a conversar con una persona que está a favor de la construcción de la nueva cárcel en los alrededores del sector. Para que vean, para mí navidad es como si fuera cualquier día del año.