El conductor del colectivo sintonizó en la radio una canción de Palmenia Pizarro, de ese modo los cuatro pasajeros comenzaron a oír su sufrida letra. Entonces, este hombre comenzó a conversar con la pasajera que estaba sentada a su lado:
"Es jodido esto de enamorarse, señorita ¿No cree? Uno lo da todo por la pareja y esta cuando puede lo desmerece a uno, lo hace sufrir"...
La mujer sólo lo escuchaba, pero nunca le contestó nada. Mientras, en la radio, Palmenia cantaba:
"Si tú nunca fuiste fiel y me fingiste aquel amor perverso. Ten respeto, por favor, por mi cariño que aún no ha muerto".
Sin embargo, lo que este chofer no notaba, era que sobre la mejilla de su pasajera bajaba una lágrima tan lentamente que parecía quemarle la piel, porque esta canción la llevaba de vuelta al recuerdo de su
"Cariño malo".
Esto nunca ocurrió. Es sólo producto de mi imaginación, pero...
¿Cuántas veces no habremos visto una situación similar?
¿Cuántas veces no nos preguntamos el porque de tanta paradoja en un solo sentimiento?
El amor es uno solo, puede hacerte feliz o simplemente puede hacerte creer que en la vida no existe más consuelo para la desilusión vivida. Todo lo provoca un sólo sentimiento.
Enamoramiento y desenamoramiento
El enamoramiento es un estado de ánimo, un desencadenante de la experiencia amorosa. Dicha experiencia puede ser compartida o no por la otra persona; si esta responde a nuestro deseo amoroso, es la vivencia del éxtasis, la magia.
No parece haber barreras para los amantes, como si nada tuviera mayor sentido que ellos mismos. Pero cuando se vive el amor no correspondido el naipe se voltea por completo y somos presa del deseo y la frustración continua, generando un estado de tristeza profunda.
Toda esa energía que produce el enamoramiento, al no encontrar respuesta, se vuelve contra uno mismo generando autodestrucción.
Se pierde la alegría, el deseo de vivir, y uno se ve a sí mismo inferior, pensando cosas como:
"Algo malo tendré para que no me quiera...; no soy lo suficientemente guapo/a, simpático/a...; nunca encontraré a nadie para mí...; no me volveré nunca a enamorar"...
Hay que hacer una despedida interior, vivir el duelo y prepararse para una nueva apertura.
Las experiencias de la tristeza generada por un amor maldito se pueden volver tan banas que pueden olvidarse de un momento a otro. Rehacemos nuestra existencia y construimos nuevamente un camino independiente de las historias pasadas.
Pero cuando el despecho se inmiscuye en nuestros más profundos pensamientos, somos capaces de las cosas más impensadas que pueden incluso destruir nuestra vida. Hasta hay personas que se culpan a sí mismas de un fracaso o de una infidelidad, cuando en la mayoría de los casos las cosas pasan sólo por uno solo... Claro que esto depende de la persona y de su fortaleza emocional, que siempre es importante para dejar pasar las situaciones dolorosas.
Como en esta especie de bloggeo reportaje estamos hablando de la maldad del amor, me siento con la libertad de hablar acerca de una de las enfermedades que se relacionan con este sentimiento y que es muy poco conocida en este país: La erotomanía.
La erotomanía (Te amo con locura)¿Que es la Erotomanía?
Según
wikipedia, esta enfermedad puede definirse de la siguiente manera:
"El síndrome erotomaníaco se caracteriza por la convicción delirante y persistente de ser amado. El paciente normalmente es del sexo femenino y cree recibir mensajes y señales del objeto amoroso, que suele ser un hombre de nivel socioeconómico más elevado, y muy a menudo casado. Los rechazos por parte del objeto son interpretados como evidencias de amor hacia la paciente (conducta paradójica) ".
Hace unos dos o tres años, la actriz Audrey Toutou (La misma de Amelie) hizo una pelicula que se basaba en esta enfermedad. En ella, la otrora cándida Amelie, se dedicaba a perseguir por todo París a un atractivo cardiólogo que un día, feliz porque su esposa le daría un hijo, le regaló una rosa gatillando sin querer el enamoramiento obsesivo de esta jovencita, el que le lleva a asesinar, atropellar e incluso atentar matar al amor de su vida, sólo porque no se quiso quedar con ella... preocupante
¿No?Quienes fueron atrapados por el cariño maloFrida Kahlo, pintora mexicana, nació en 1907 en Coyoacán, México.
Autora de pinturas que poseen un marcado perfil surrealista, Frida fue una mujer que sin duda fue marcada por el sufrimiento de la vida y del desamor.
Cuando tenía sólo 18 años sufrió un accidente en tranvía que la dejó postrada en la cama, luego del cual su novio Alex la dejó. Pasó las penas pintando. Pintó tanto que se dió cuenta de que haciendo esto podía ganarse la vida para así ayudar a sus padres. En ese momento conoció a quién marcaría su vida artistica y amorosa para siempre,
Diego Rivera, muralista y pintor de gran éxito en el ambiente artístico local.
Se casaron en 1929.
Diego era un artista infiel que le hacía sufrir. Se divorció de él y lo volvió a desposar. Intentó tener hijos de él, pero nunca se lo permitió la naturaleza. Se cortó los cabellos, por él bebió hasta decir basta y por él llegó a sentirse la mujer más amada y más desamada de la tierra.
Por Diego pintó los cuadros más hermosos de toda su obra, como el famoso
LAS DOS FRIDAS, que pintó durante su periodo de separación. Un día ella escribió en su diario:
"Bebo para ahogar mis penas, pero las muy desgraciadas aprendieron a nadar".
Un caso un poco más cercano a nuestra ideosincracia nacional es el de
María Luisa Bombal, escritora chilena que fue protagonista de uno de los pseudo crimenes pasionales más bullados en Chile durante la década del '40.
María Luisa nació en 1910 en Viña del Mar.
Tras la muerte de su padre, con sólo ocho años, es enviada a Paris para terminar su educación escolar, desde donde regresa en 1931, año en que inicia una tormentosa relación con
Eulogio Sanchez, amigo de la familia, de quién se separa obligadamente en 1933, siendo esta una relación que le atormenta durante toda su juventud y su vida y que se vió reflejada en su obra, plagada de heroínas infelices, a través de las cuales dejaba ver su propia infelicidad:
"¿Como voy a ser yo feliz, si nisiquiera puedo hacer felices a las protagonistas de mis libros?"
Se preguntaba a menudo.
Luego de ocho años de fructífera carrera literaria,
fue arrestada al intentar asesinar a Eulogio en pleno centro de Santiago, pero estuvo sólo unos pocos meses en la cárcel. Posteriormente viajó a Estados Unidos, donde se casó y tuvo una hija, pero nunca fue feliz, pues el recuerdo de Eulogio y el alcohol no le dejaron olvidar, muriendo en 1986 en una fría sala común de un Hospital Público, completamente sola.
No sé que más puedo decir del amor maldito...
Nada más o van a creer que soy una despechada que sólo escribe de esto porque no tiene nada más que hacer.
No es así.