Desde hace tres días mi vida se parece un poco a la que Al Paccino tiene en esa película. Claro está que no soy policía ni estoy persiguiendo a ningún psicópata, pero se me hace imposible dormir, porque tengo el defecto de pensar mucho en cosas diversas. Mi madre se molesta cuando me pilla pensando, porque muchas veces las cosas que almaceno en mi cabeza se encadenan con otras y así sucesivamente hasta que llego a la que menos quiero llegar y ahí, en ese punto de inflexión entre el pasado y el presente, aparece el insomnio...
Hace tres días no duermo bien.
La verdad es que extraño muchas cosas. Una por sobre todas las demás. Es algo de años que se asocia a lo que pude tener en el presente. Tranquilidad y, de ser posible, normalidad. Pero hay una cosa cierta y esa es que quienes tenemos esta necesidad de andar escribiendo barbaridades por la vida, actuamos sobre la base del sin sentido que a veces se desliza lentamente a través de nuestro conjunto. Bukowski, por lo que he leído, escribía sobre la base de su etilidad constante.
"Digamos que no dejé de escribir por nada. Dejé de tener tiempo de emborracharme", decía.Los diarios de Frida, los cuentos de la Bombal, todo eso está construido sobre la base de alguna inestabilidad.
¿Será factible que siga siendo tan loca?Si dejo la locura bajo algún sillón o alfombra en mi casa mental, tal vez deje de hacer esto que hago. Desahogarme. Y creo que me estoy asustando un poco de esto, porque lentamente mi blog se transforma en un diario de vida público, en donde expongo "entre líneas" mis más íntimos deseos, mis más íntimas tragedias y mis más íntimos enojos.
Hay un poema de Charles que me gusta y que tiene que ver un poco con esto que acabo de contarles...
NOTA SOBRE LA CONSTRUCCIÓN DE LAS MASAS
Alguna gente es joven y nada más.
Alguna gente es vieja y nada más.
Y alguna gente está en el medio,
sólo en el medio.
Y si las moscas usaran ropa y todos los edificios ardieran en fuego dorado,
si el cielo se sacudiera como en la danza del vientre
y todas las bombas atómicas empezaran a gritar,
alguna gente sería joven y nada más
y alguna gente sería vieja y nada más
y el resto sería lo mismo,
el resto sería lo mismo.
Los pocos diferentes son eliminados bastante rápido por la policía,
por sus madres,
sus hermanos y otros por sí mismos.
Lo que queda es lo que ves.
Es duro.
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