miércoles, 25 de febrero de 2009

¡¡¡DÍA DE MIERDA!!!

Hoy día me quedó más que claro que soy demasiado perfeccionista y que tampoco puedo depender de otros para salir de mis trances mentales. Total, a falta de pastillas que te mantengan feliz artificialmente están aquellos que tú crees pueden escucharte, cuando al final ellos mismos tienen sus propios rollos.

Hay que ver que a veces hay quienes nacen con las piernas de algodón y a cada paso que dan se caen. Se vuelven a levantar, se vuelven a caer. Todo eso ocurre hasta que al final se dan cuenta de que son enteros de algodón, que no sirve de mucho levantarse si no tienen estabilidad.

¡Por la cresta el día de mierda! Yo he tenido muchos, pero ninguno en donde menos quería tenerlos. La pega. O más bien dicho, la práctica. Parece que esto de la institucionalidad me está quedando como grande y voy a tener que ir corriendo a buscar el costurero con hilo y aguja para hacer un arreglo express... Algo que ajuste esta tontera a mí, para poder salir airosa y viva del asuntito.

Y de pasadita, aprender a soportar sola las problemáticas que nos joden.

1 comentario:

  1. Pa los días de mierda, he comprobado que desahogarse con otros no sirve. Pastillas no he probado ni probaría.
    Lo mejor es encerrarse o salir a caminar a un lugar poco concurrido (si se puede, subir a la punta del cerro) y descargarse. Ya sea gritando o escribiendo. Llorar y dormir un poco.
    Luego, tratar de hacer alguna actividad agradable (carretear, ver una peli, juntarse con alguien, comprar).
    Si el mal rato sorprende en la pega, cinco minutos de encierro en el baño, pa soltar unos lagrimones. Luego, al llegar a casa, seguir el ritual antes descrito.
    A mí, al menos me funciona. En general, nada se soluciona cuando estamos tensos. Y hay que sacarse la tensión primero.

    Saludos y ánimo!

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