domingo, 7 de diciembre de 2008

ALMA CONDUCTORA...

El asuntito comenzó con esta frase:
"Pucha, si supieras manejar..."
Estábamos varados en la carretera, entre San Javier y Talca. Sí, ahí estábamos M y yo, detenidos frente a un restaurant. Un local estilo Road Trip, pero más ABC1. Habíamos parado ahí luego de que mi compañero de universidad, me dijera:
"Tengo que parar, me siento mal"
Entonces comenzó un episodio freak en medio del camino. Le dolía el pecho, como que tenía un infarto pero no era. Yo estaba histérica corriendo de acá para allá y más encima al perla se le ocurre decirme que no me preocupe, que:
"La muerte es un estado de liberación"...
O seaaaa... Y más encima, unos segundos después me dice la frase con la que comienzo este relato.

Cuento corto... C, otra compañera de U, llegó a salvarnos desde Talca tras recibir mi llamada en estado de shock:
"C, tienes que venir por favor. M está mal... está mal... Me dice que la muerte es un estado de liberación y le di una aspirina para que se le quitara el dolor de pecho y no se le quita. Además que está trotando de un lugar a otro no sé para que y todos lo miran como si estuviera loco ¡Vente por favor!"

Lo llevamos a la "Mutual" y luego M se quedó en mi casa pasando su convalecencia... Se me olvidó decir que vive fuera de mi hermosa ciudad.

Después de eso quise hacer un curso de conductora. Para que una cosa como esa no me volviera a pasar. Quedar varada en la carretera porque al conductor le da un patatus. Si hubiera sabido manejar, otra historia estaría contando, aunque la recuerdo y la encuentro tan divertida. Así que por un lado, que bueno que no sabía manejar, para tener una historia rara de carretera que contarle a mis nietos.

Encontré un curso de conductora. Me prometieron tenerme manejando como los dioses en dos semanas. Ya llevo siete clases y he quedado atravesada en la calzada... de lado a lado por no virar bien... Unas dos veces. Casi me choca una micro, casi choco a un camión pequeñito y me pongo histérica cuando veo que un auto viene tras de mi. Yo lo atribuyo a muchas cosas... Esto de que, faltándome tres clases para terminar, aun sea un peligro al volante... Soy mina, aunque ser mina no quiere decir que manejes mal pero todos en Chile conocemos ese prejuicio machista de que no sabemos manejar. Otra cosa es que mi primo me dijo ayer que me enseñaron al revés:
"¿Cómo se le ocurre a tu profesora enseñarte a usar el volante primero? Con lo primero que tiene que empezar es con los pedales..."
Yo lo miraba... La pobre instructora no tiene la culpa, ha tenido excelentes alumnos. Todos salen manejando a la perfección, por algo me la dieron de maestra. Yo creo que soy yo la que le salí atravesada.

No es por dármelas de víctima, pero todo me cuesta y todo lo aprendo atrasado. Cuando llegué a casa el jueves, tras la sexta clase, y les dije a mis padres que no estaba en condiciones de dar el examen de manejo en la municipalidad mi progenitora altiro saltó:
"Obvio pues... Yo lo presentía, si aprendiste a caminar a los dos años. Aprendiste a andar en triciclo a los cuatro, porque te daba miedo. A los diez aprendiste a amarrarte los zapatos. Anduviste con ruedas chicas en la bicicleta hasta los once años... Era como lógico que en dos semanas no aprendieras a manejar bien"...

Mi vieja me conoce, no vi sus palabras como un reproche hiriente sino como una muestra de lo que ha sido mi camino en esto de los aprendizajes. Lento. Muy lento. Y base para las risas de muchos... Sí ríanse no más... Ya estoy acostumbrada... jaja.

A veces me queda mirando y dice:
"Para mí que tuviste déficit atencional de niña y nadie se dio cuenta... Porque ¿Cómo puedes ser tan distraída?"
La verdad es que soy muy distraída:
"Tienes que concentrarte en el camino", me dice mi instructora de manejo
Pero cuando me concentro en el camino:
"Concéntrate en los espejos retrovisores... Siempre por tu derecha... Cuidado que viene un auto a tu lado, déjale el espacio para pasar"...
Y yo... como quien ve llover. La cosa es que mi vida como "Alma conductora", recién comienza y ya está llena de tropezones. Mi primo me dice que tengo que ir a verlo y en dos días, con lo poco y nada que sé, me deja manejando:
"Y gratis", me dice
Bueno... Habrá que ver... Habrá que ver...

Sólo sé que tras un episodio freak en las carreteras maulinas, "Alma conductora" es un terror de los caminos.

2 comentarios:

  1. Te entiendo tan bien! Yo no tengo licencia, aunque el principio básico del manejo lo conozco y he conducido por caminos rurales, pero mirando siempre pa adelante! No me da para mirar por espejos, adelante, lado, palanca, pedales y volante! ...aunque algún día quiero aprender bien.

    ResponderEliminar
  2. jajaja mi querida alma te comprendo tan bien pq soy igualllllllllllll no puedo manejar bueno hice el curso hace dos años no saq licencia pq me dio panico ademas encuentro una irresponsabilidad aprender solo en dos semanas algo con cual tienes en tua manos vidas de otras personas q atroz, ahora q hay autito en la casa salgo sola a veces pero cerca y me tirita todo jajaja jaaj soy un desastre!! pero es algo q no nos puede ganar no señores seguiremos en el intento o moriremos en el, y lo de tu amigo supongo que no era nada cierto? un crisis de panico? uta igual la media reflexion jejeje
    cuidate y nos tamos viendo
    besos

    ResponderEliminar