domingo, 30 de diciembre de 2007

MI DOMINGO CON LOS APOSTÓLICOS PROFÉTICOS...


Eran las diez y media de la mañana cuando llegué al desaparecido cine plaza. Ahí estaba, cámara en mano, temprano observando como un grupo de pokemonas entraban al lugar:
"¿Me habré equivocado?" Pensé
¿Quién sabe? El asunto es que estaba ahí con un objetivo específico... Grabar un culto evangélico de pé a pá para una nota de prensa televisada que debo presentar el 16 de enero en la universidad.

"Iglesias evangélicas. Respeto por sus creencias, costumbres y asambleas" Ese es mi tema.


Verán, hay una imagen generalizada que se tiene de los evangélicos... Es la que yo tengo. Gente que se viste pulcramente los domingos. Mujeres de falda bajo las rodillas. Hombres de terno impecable. Todos con sus panderos y guitarras, hasta banjos. Todos ellos dispuestos para hacer salir de sus gargantas una linda canción a Dios... Que, al igual que las canciones católicas, son melosas y cuentan la historia de un pecador o un pescador de hombres.

Bueno, entenderán ustedes que si iba a un culto evangélico y veía a un grupo de pokemonas entrar, mi extrañeza sería natural. A poco tiempo de llegar una señora muy amable me hace pasar y le comento el porque estoy ahí y con una sonrisa me da la bienvenida. Comienzo mi recorrido por el ex-cine recordando que fue ahí donde vi mi primera película hace 2o años, recordando las matinés y otras actividades cinéfilas para niños que disfruté ahí...
"Hola, hermana. Tengo entendido que habló con el pastor. Es muy bienvenida, tiene entera libertad de grabar lo que quiera, acá nadie le dirá nada ¡Adelante!"
Me dice un señor alto de camisa azul. Interrumpidos mis recuerdos me dispongo a ingresar cuando veo chicos de pelo largo, chicos metal, matrimonios jóvenes y no tan jóvenes, muchos bebés... Muchos niños... Muchos adolescentes... Mucho niño con aro en la oreja... Mucho de todo lo que en las iglesias evangélicas más tradicionales está terminantemente prohibido porque
"Es contrapuesto a lo que Jehová espera de nosotros"
La Iglesia se llama Antioquía. Dentro del espectro protestante pertenecen a la rama apostólica profética, sin duda la más polémica de todas, porque ellos aseguran ser profetas de Dios en pleno siglo XXI. Se dedican a:

"Sembrar la palabra de Dios y a formar lideres conforme al mandamiento del Señor"
Así de simple.

Llegué a ellos a través de un amigo, él es actor y es parte de este credo desde hace unos años. Siempre me habla de ellos, me dice que son diferentes... Pero si que se salen de la regla.

Una vez dentro encendí la cámara, presioné REC y grabé.

La gente corría para alabar a Dios. También levantaban los brazos, era como estar en un concierto cualquiera. Una banda de rock cantaba en el escenario. Muchachas bailaban alrededor del cantante con extensos pañuelos de los más diversos colores. Gente cerraba los ojos. Gente cerraba los ojos con lágrimas en ellos. Gente alzaba sus manos. Y entonces aparece el pastor. Él canta. Baila. Predica. Da bendiciones. Controla a la masa, que a esas alturas ya era mucha y mientras lo grababa pensaba:
"Si lo pusieran a animar Viña se come al Monstruo... Se lo echa al bolsillo"
Tiene carisma el pastor y la gente lo sigue. Los niños corren y juegan alrededor. La música revienta los parlantes y de repente subo a la galucha del teatro:
"¿Es chancho en piedra lo que oigo?"...
No, la canción comienza igual que una canción de los chancho que no recuerdo, pero la letra es diferente, habla de Dios y de lo mucho que ama al mundo.

Mi amigo llega... Se me acaba la cinta...

Y el pastor dice que Dios nos ama, que nos tiene preparadas hermosas sorpresas en un mar de Amén, Gloria y Oh, señor.

"¿Hay alguien que esté aquí por primera vez?" Pregunta el predicador.
"¡Pastor... Acá... Ella!"
Y de esa manera mi amigo me saca del "anonimato" y el pastor me dice vehemente:
"¡Dios tiene nuevas cosas preparadas para ti!" Y lo hizo con ojos proféticos
Y así sin más un montón de desconocidos y mi amigo pidieron por mi a las más altas divinidades que la religión entrega a las creencias. Yo sentada en un escalón del escenario, bien escondido, bien anónimo, no sabía donde mirar, donde ir... Vergüenza poh.

Y cuando el culto termina mi amigo me presenta al pastor, a quien sólo conocía por celular. Concretamos una entrevista para dos semanas más, pero antes de eso regreso la próxima semana a hacerle el seguimiento a mi amigo... Es que tiene que haber un hilo conductor y ese es él. Entonces se termina, edito y entrego la nota... Ah! Y por supuesto, posiblemente sea subida al diario virtual donde trabajo.

Fue raro. Ecléctico. Mientras los pokemones y los metaleros se unían bajo el alero de una creencia, yo salía a la calle, me subía a la moto de mi amigo y pensaba en escribir esto... Ah! Y en que mañana hay que trabajar y que será mi primera semana sola en la pega.
¿Colapsaré?
No creo, como me dijo una vez alguien...
¡AMO LA CRISIS... VIVA LA CRISIS!

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