La leche lo tiene terrible harcore...
A veces me sorprenden los niños... Cuando yo tenía la edad que hoy tienen los hijos de mis primos no tenía una noción tan abierta del mundo, ni me daba cuenta de las cosas y sólo me preocupaba de ver los monos fomes que daban en los '80... Aunque en realidad estoy siendo un poco injusta con los dibujos animados ochenteros... No eran tan malos. Por lo menos había inocencia y tragedia (Creo que por eso la mayoría de los adultos jóvenes de hoy tenemos un grave problema de cebollismo agudo).
Hernán Felipe (En la foto) un día se sentó a mi lado y me dijo...
¿Te cuento una historia? Había una vez un dinosaurio que se quedó dormido y entonces vinieron los otros dinosaurios, lo vieron durmiendo solo y lo taparon con hojas de un árbol igual de grande que él y después fueron a pasear y se fueron despacito para no despertar al dinosaurio que estaba durmiendo porque era su amigo... ¿Te gustó?
Hace un año le regalé la película: El increible castillo vagabundo y se la sabe de memoria... Se la cuenta a quien quiera escucharla... Cuando lo visitas y tiene la película a la mano, te sienta frente a la tele, él mismo (Con sus tiernos cinco años) instala todos los cables a la tele para que se vea el DVD, pone el disco, se sienta y empieza:
"Mira... Mira tía... Ahora viene el castillo que camina con patas..."Y se queda callado unos 30 segundos con la boca abierta, los ojos de asombro y de nuevo reacciona:
"¡¡Tía... Mira, mira... ahí va a salir a otro mundoooo!!"Al final es como ver la película con subtítulos, la cuenta toda... y tararea hasta la música incidental. Algo le pasa con ella, porque le regalé otra... Mi amigo Totoro... Que es igual de linda que la anterior... Pero no, él ama su "Castillo que camina con patas".
Por otro lado, la Catalina es más histriónica. Ella canta, modela y cuida tanto a las muñecas... Además le gusta mucho la Bella Durmiente... Que le lean los cuentos que le regalo cada vez que voy a verla... O pintarse... Es una pequeña Lady.
Lo que más me sorprendió es que, cercano al día de su cumpleaños, yo le pregunté:
"Catita ¿Qué pediste para tu cumpleaños?"
Y ella muy suelta de cuerpo me dijo:
"Un Ken... Yo sé que está separado de la Barbie, pero no importa, porque no quiero uno verdadero, quiero uno falso".Cuando le pregunté el porque... Si ya tenía uno que le hacía compañía a todas sus muñecas, la chiquitita me dijo:
"Es que quiero que mi Barbie tenga dos maridos"...Su madre, mi prima, estaba con nosotras en ese momento:
"Claro... Todo eso lo piensa porque tú le metes ideas en la cabeza... Con todo eso de decir que nunca te vas a casar y que el matrimonio vale hongo..."
Bueno, el asunto es que... Le regalaron una bicicleta. Pero para esta navidad quiere una Barbie y dos Ken. Bueno, creo que la cultura de ver todas las tardes aquellas telenovelas mexicanas de pasión y odio que transmite un canal privado a la hora de almuerzo (Que consume visualmente desde que nació), han dejado su huella en el pensamiento de mi chiquilla, que también tiene 5 años.
Tal vez mi filosofía de vida tan liberal para mis primos casados haya tenido que ver también, pero no lo creo. Uno... Porque no le ando diciendo a los niños que no quiero casarme, es sólo algo que mi madre da como advertencia:
"Si algún día mi hija aparece conviviendo con alguien, no se espanten porque ella desde chiquitita dice que no se piensa casar y que va a tener un hijo sin marido"Sí, ya sé lo que están pensando:
¿Eso dice la mamá de la hija?Bueno... así es, lo dice a veces cuando vienen mis tías a comprar el pan... Pero nunca lo ha dicho frente a los niños. Además, hoy en día nadie, o casi nadie, quiere casarse.
Pero volviendo al tema...
A pesar de que uno está obsesionado con un castillo que camina y la otra quiera armarle un harem a su Barbie, considero que ambos son niños que escapan a la norma de los pequeños con los que compartí a la misma edad... Hace ya algunos años. Si de mí dependiera estos niños serían escritores... o actores, quien sabe... Pero yo no soy su madre... Sólo soy su prima en segundo grado... Y además...
¿Quienes somos nosotros para imponer a los chicos un futuro que creemos correcto para ellos?
Yo, al igual que sus padres, quiero lo mejor para ellos. Pero en lo que a mi respecta... Ojalá nunca se cierren a seguir desarrollando ese ánimo de curiosidad y ganas de aprender que tienen.
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