sábado, 24 de enero de 2009

DESFACHATADO ANONIMATO...

Una día una compañera del liceo agarró mi destartalado cuaderno de poemas y me dijo:
"Tú no eres poeta. Escribes así porque ahora estás enamorada de un hombre que no te quiere. Pero tú... Tú no eres poeta"
Desde entonces he vivido convencida de que no lo soy y que tampoco soy escritora, porque siempre comienzo cuentos y nunca los termino. Una sola vez terminé uno, pero fue horrorosamente premonitorio, porque a los pocos meses me pasó lo mismo que escribí y sin siquiera buscarlo yo. No es que la muchacha me haya traumado con sus dichos. Simplemente que yo no soy nada y desde ese desfachatado anonimato me pongo a hacer cosas que quizás no cumplan con lo uno ni con lo otro. Hago lo que quiero... ¿Y qué? O de otro modo hubiese estudiado literatura, como muchas veces me lo dijo uno de los tantos jefes de carrera que tuve:
"Congele la carrera, estudie para la PSU y váyase de aquí, usted no sirve para periodista... Usted debería meterse a una facultad de letras"
Y luego agarraba el reportaje de turno y me lo lanzaba a la mesa.

Yo no hablo con mucha gente y cuando estoy con mucha gente no hablo nada. Me quedo parada y no hablo. Por eso escribo. Y cuando camino por la calle tengo que buscar un banquito porque a veces me llega una idea loca y tengo que anotarla o se me olvida. A veces me da rabia cuando ando por la calle y no traigo mi libreta. La idea llega de la nada y yo no tengo donde escribirla y sé que es algo perdido porque no podré retenerla.

Yo hago lo que quiero y cuando hago algo parecido a una especie de poema, ni me preocupan las rimas o los versos... Me dan lo mismo. Por eso escribo cosas como la que publico a continuación...

Declaración post - traumática
Hay cosas que ya no me duelen
Porque la vida en si se ha vuelto un montón de rocas petrificadas
Y cuando ya todo se petrifica no hay nada

No niego yo que en algún momento quise destrozar paredes con mis puños
Y que deseé magullar rostros y quebrar cuellos de ciertos entes desnudos
Pero ahora…
Ahora ya no quiero nada y no me interesa nada

Ya no me duele nada
Ya no huelo nada
Ya no siento nada
Ni siquiera me late el corazón

¡Qué cosa más rara!
¿No?

2 comentarios:

  1. ¡Qué terrible lo que te dijo tu compañera! Por favor no le creás, el principal problema de la gente es que tienen esa visión errada de que ser escritor es ser un tipo de persona encasillada de alguna manera, ser escritor es sentir la necesidad imperiosa de expresarse de esta manera porque lo demás no funciona tan bien, o sencillamente porque es lo que mejor te hace sentir. No le dés permiso a nadie de definirte o limitarte, de ninguna forma. Y nunca dejés de escribir.

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  2. Alma, por favor no hagas caso de las estupideces que dice la gente. Muchos, por envidia o frustración, tienden a chaquetear a los talentosos y se ve que tu lo eres: tanto como escritora como periodista. Y si no terminas los escritos, probablemente es porque deben ser inacabados...yo soy una fiel creyente en las musas y en q a veces las ideas se revelan a medida q se escriben. Y si se revelan incompletas, es porque quieren dejar un halo de misterio tras su lectura.
    Por favor, no hagas caso, q esa reaccion tuya de hablar poco y escribir mucho, esa tendencia a observarlo y analizarlo todo, es de una gran escritora. A la mierda con tu compañera envidiosa, que probablemente es incapaz de escribir cuatro líneas coherentes de corrido, y a la mierda con esos profes amargados, encerrados en ese cuadrado estilo periodístico de antaño.
    Saludos y como dice Marcela, nunca dejes de escribir. Este blog es un aporte, como seguro lo serácualquier cosa que publiques en el futuro.
    Saludos!

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