lunes, 24 de marzo de 2008

HOY DI UNA VUELTA EN AMBULANCIA...

El lunes es famoso por ser el día en que nadie quiere hacer nada... Pero es perfecto para empezar a hacer cosas. Por ejemplo
¿Quién quiere ir a trabajar un lunes?
Nadie, pero hay que producir.
¿Quién decide empezar la dieta el lunes?
Todos, porque alguna vez en la vida hay que empezar algo.

Yo tengo una relación especial con los lunes... No sé, como que los amo y los odio... Pero vivimos tolerándonos y eso es importante. Aunque debo admitir que es mi primer lunes estrambótico... El primer lunes estrambótico de toda mi vida.

Me levanté como todos los días, puse a mi querida Cesaria Evora en Winamp y partí a la ducha pensando en lo que se venía... Inglés, después Opinión... Sí, igual que la semana pasada. Saliendo de la ducha vino el mareo... fue como leve, casi imperceptible... Como que vi puntitos blancos y ya... Tomé desayuno y se fueron los puntos blancos.

Cuando salgo adelantada a la U generalmente me bajo en el centro y me voy caminando. Sé que suena tonto, pero me carga llegar muy adelantada... Así lo hice hoy, pero el sonido de las calles no era el mismo... Era como tener los agudos de sonido bien altos en mi cabeza y vi puntitos blancos... Otra vez.
"Tomate algo dulce... te está bajando el azúcar", pensé.
Me tomé uno de esos cafés de máquina nescafé... Que aparte de ricos me sacan de mis bajones azucarados. Caminando a la U me faltaba el aire y una vez en la sala, con el profe de inglés al frente empezó... Temblor de manos, zumbido en los oídos, mareos y un malestar horrible
"Profe me tengo que ir... Me siento mal"
Pero no pasé de la oficina de la jefa de carrera. Ahí colapsé.

Lo que pasó después no lo recuerdo... Apenas recuerdo que me pasaban vasos de almibar... porque estaba redulce lo que me daban. Después recuerdo que todos me miraban que llamaban gente y de repente... Se me apagó la tele. Y desperté cuando mi padre estaba a mi lado explicándole a las profes que hace un año me habían hecho un by-pass gástrico y que estas cosas me pasaban por eso.

Era la primera vez que me pasaba así, de la nada... Como que a mi cuerpo se le ocurrió decir:
"Le voy a recordar a esta peuca que hace un año tiene el estómago un poco más chico que un puño... ¿Pero como lo hago? ¡Ah! Le voy a bajar el azúcar para que se desmaye y en la U la recuerden por muchos meses como la que se desmayó en la U hace muchos meses..."
Así de simple el organismo me recordó un 24 de marzo que ya no soy la misma. Porque ahora estaré flaca, pero claro, el cuerpo no me absorve todos los nutrientes y tengo que vivir vitaminizándome de por vida.

Llegó el SAMU (Imaginen la cancioncita de calcentín con rombosman). Me subieron a la ambulancia, prendieron la sirena de las ambulancias y cruzé todo Talca en camilla, como en las películas... Me faltaba solo la mascarilla de oxígeno y a mi amado al lado tomándome la mano y diciéndome que me amaba... Pero eso pasa en las películas no más... Estamos en Talca y en Talca las ambulancias no son así.
"Tú estabas en el liceo... Me acuerdo de ti, por la cara... ¡Pucha que estai flaca!" Me decía el paramédico de la ambulancia.

A los minutos comenzó a debatir con la otra paramédico que quizás yo era depresiva, porque tenía cara triste y que por eso estaba enferma... Para mis adentros pensaba:
"¿Aló? Me estoy mareando desde la mañana y me desmayé no sé por cuanto tiempo... Y en la mañana andaba muy feliz"...
Además he escrito post muy felices en este blog.

Cuando llegamos al hospital con mi padre, nos senatamos al lado de una señora que estaba peor que yo y que estaba esperando desde las 8 de la mañana a que la atendieran... Para ser las once de la mañana estaba muy vacía la urgencia. Pero entonces empezó de nuevo y sentía que de a poquito se me apagaba la tele de nuevo.

La enfermera que me vió le preguntó a mi papá:

"¿No habrá estado tomando su hija?"

"¡Como se le ocurre, si estaba en la universidad... En clases!"

"¿Pero está seguro que no tomó nada de nada?"

Al final le dijo que tenía que esperar, que los pacientes graves tenían prioridad, que tenía que esperar que los atendieran a todos...
"No son muchos, así que va a tener que esperar poquito caballero"

Con la tele semi apagada fui agarrada de un ala por mi querido progenitor y llevada a una clínica. Llegamos, pasamos altiro a urgencias y a los cinco minutos tenía enchufado en mi brazo un suero lleno de glucosa, porque tenía el azúcar muy, muy baja... 60 de glicemia... Nunca había tenido tan poco. Supe que ya estaba mejor cuando miré al enfermero y lo encontré guapísimo :D... Rubio, ojos claritos... Y amable... ¡ERA AMABLE!

Y bueno... ese fue mi lunes...

Sólo puedo concluir que siempre con plata en la mano la cosa es diferente
¿Pero que pasa con aquellos que no tienen la posibilidad de optar por irse a una clínica para que la atención sea más rápida?
Mucha gente se quedó ahí, incluída la señora que estaba peor que yo y que desde las ocho de la mañana esperaba atención. Son casi las cuatro de la tarde ¿Todavía estará ahí? Quien lo sabe.

La salud es así. Te pasa la cuenta en muchos aspectos. Físicos, sicológicos, sociales y monetarios. Y todo eso a causa de un lunes estrambótico.

El superheroe de los niños... Calcetin con rombos man!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario