SENTIMIENTOS CONTRADICTORIOS (O INMADUREZ GENERALIZADA)

Voy para los ocho meses de operada...
Y creo que después de tanto tiempo las cosas han cambiado mucho... Obvio que han cambiado mucho, de otro modo no existiría la gracia en el hecho de haber permitido a un doctor que te cortara la mitad del estómago...
Hace poco acompañé a mi madre a la clínica del hospital por X razones y ahí nos encontramos con el doctor que me operó, luego de un rato dando vueltas por el recinto este caballero me llama y me dice:

"Ven, quiero presentarte a alguien"...

Me hace entrar a una de las habitaciones y me encuentro frente a frente con una niña en cama, gordita y sonriente mientras bebía de su agua de apio... No sé... Como que de repente tuve la sensación de verme involucrada en un tedioso flash back, recordando mis días de hospitalizada en cama, gordita y sonriente mientras bebía mi agua de apio...

"Ella es una paciente mía que se operó en febrero"

Le dijo el doctor a la niña, que de un momento a otro me miró y sonrió más todavía. Claro, de paso todas sus visitas se levantaron y me observaron asegurando que era increíble y que era impresionante, mientras yo estaba ahí estática y recordando una escena de la película de David Lynch, The elephant man, en donde John Merrick es mostrado a la comunidad científica ante la cara de asco y asombro de muchos... Tal vez las expresiones en las caras de mi doctor y esas señoras no tenían el componente asco, pero sí el de asombro e incluso admiración, sentimiento del que nunca he gozado en mi vida, pero me senti como Merrick... De veras que no pude evitar recordar al hombre elefante.

"¿Cuanto has bajado?" Me preguntó la niña desde su cama, sacándome de mi letargo.
"Cuando empezé el tratamiento pesaba 125, ahora estoy en 75 kilos"
"¡Que increíble... Y en cuanto tiempo!" Continuó preguntando
"Heee... voy para los ocho meses, el 20 de septiembre los cumplo"
"¿Y te has sentido bien, mijita?" Intervino una de las señoras que visitaban a la muchacha
"Sí... la verdad es que me he sentido súper bien" Dije... Por supuesto...
Mentí.

La verdad, señora, es que en estos casi ocho meses no me he sentido bien... Siento que todo el mundo me mira... como esperando que fracase... Sin ir más lejos, hace unas semanas fui a visitar a una prima que acaba de ser madre y su hermano mayor, mi primo, me dijo:

"Nooo... les apuesto que esta se va a poner a comer de nuevo y va a quedar gorda igual que antes"

Eso mientras se comía un generoso sandwich de palta con jamón y queso.
La verdad es que todos los días me recrimino por algo... Pero finjo estar bien ante el mundo entero y en serio que es estresante, porque es como tener doble personalidad... Cada vez que me miro al espejo me veo igualita a como era antes... Y me cuesta creer que alguien me encuentre atractiva o que me encuentre linda...
La verdad es que camino por Talca con una máscara que irradia felicidad... pero en serio, no estoy muy feliz ahora que ha pasado el tiempo... Porque estoy cometiendo errores... muchos errores cuyos efectos se irán acumulando, acumulando hasta hacerme colapsar y tal vez vuelva a ser la misma gorda amargada de antes.
Eso debí haberle dicho a la señora en vez de decirle que me he sentido la raja... Pero no... ¡Pa qué!
La niña me miraba tan fascinada mientras yo sólo quería decirle que operarse había sido el peor error de su vida si no sabía controlar sus sentimientos respecto a todo... Porque yo no los he controlado para nada y pareciese que a nadie le interesa. Así de simple... Pero de que sirve destruir así la ilusión de alguien. Tal vez ella tiene mayor grado de compromiso y motivación que yo.
El doctor me abrazaba mientras me miraba orgulloso, las señoras me observaban asombradas y la niña me veía como una esperanza, una señal de que no se había equivocado al someterse a un by-pass...
Sentimientos contradictorios... Eso es lo que tengo...
Mientras me siento una mierda por dentro... mientras como cosas que no debería y sufro repentinos ataques de ansiedad que me hacen comer y comer hasta sentir que mi pequeño estómago explotará... mientras siento que todo es un desastre... Ando por la calle mirando ropa, viendo zapatos y saliendo con mis compañeros a carretear como nunca antes lo había hecho...
Si no lo niego, mi personalidad ha cambiado... Estoy más contestona, estoy más segura (Aunque después de leer lo anterior suene raro) y me atrevo a más... Pero siempre en el fondo está esa sensación de que todo se va a arruinar... De que todo se va hacia atrás y que es otra situación que voy a hechar a perder...

"¿Cómo decidiste operarte... Cuando se te ocurrió?" Me preguntó la chica...
"Hace tiempo, ya estaba muy enferma, tenía colesterol alto, resistencia a la insulina, las rodillas y los tobillos hinchados... Tenía que hacer algo..."
"Que buenas... Yo siempre quise también y gracias a Dios se pudo"
"Sí... Yo igual pude"

Otra mentira... Los motivos que me llevaron a operarme estaban lejos de la salud, de lo estético, de cualquier cosa que tuviese que ver conmigo o mi familia... Los reales motivos no vienen al caso... Pero no fueron exitosos y me he quedado con un estómago a la mitad, tratando de arreglar mi vida y tratando de no hechar todo a perder...
Realmente espero que ella tenga un proceso más exitoso que el mío... Por lo menos menos atormentado.

Las cosas son así... Siempre complejas, porque las hago de esa forma y la verdad es que a casi ocho meses siento que todo está revuelto y que si bien ahora me compro lo que quiero y hasta me maquillo (Cosa que odiaba hace ocho meses), le veo fecha de caducación... De vencimiento...

Creo que todos estos cuestionamientos y este escrito me hacen darme cuenta de que soy una niña, una pendeja de 26 años que no sabe de donde viene ni a donde va... La verdad es que aún no maduro y el sólo hecho de escribir esta tracalada de cosas a las tres de la mañana me hacen darme cuenta de que aún sigo siendo una niña... Quizás pueda ser mujer en otros aspectos de mi vida, pero todo esto me hace ver lo frágil que soy cuando se trata de esto... a veces creo que debí pensarlo más aunque suene a que en estas circunstancias no hay mucho que pensar salvo actuar... Pero una puede pensar muchas cosas...

El asunto es que esto ya está hecho y ojalá pudiera encontrar un medio para dejar de lado la autodestrucción que me persigue cada vez que trato de adaptarme a esta nueva vida...