Algunas familias tienen un comienzo difícil
¿Se han fijado? Siempre hay una época de la vida en que tienen que afirmarse económicamente y viven junto a otros familiares que amablemente les abren las puertas de su hogar hasta que los dineros sean suficientes para independizarse. Mi familia pasó por eso. Vivimos en la casa de la mamá de mi papá durante tres años (Para las convenciones sociales, mi abuela... Para mi, la mamá de mi papá... Da lo mismo porque, digamos que soy cool).
Lo que no se le puede negar a la señora es que nunca fue egoísta y si podía ayudarte, te ayudaba, por eso yo no era la única de sus 22 nietos que vivía con ella, eramos varios. No todos los nietos... digamos que unos ocho con sus respectivos padres. Yo era la única que tenía 5 años, el resto eran unos pailones y pailonas que estaban en la edad del pavo.
Nosotros vivíamos en una casa aparte. La señora, el marido, otros hijos y alguna prole vivían en otra casa, pero estábamos concentrados en el mismo terreno. Éramos un condominio familiar.
Pero hay sólo una cosa que agradezco de eso. Los domingos me levantaba y tenía dos opciones, irme a la placilla del frente a buscar amiguitos para jugar o irme al comedor de la casa de ella a ver tele. Nunca me dejaron ver monos, porque todos eran grandes o adolescentes y en una casa donde la mayoría de los nietos no pasa los 17, había que ver programas de música. Todos, incluso yo. Mientras mis compañeritos del kinder andaban todo el
día cantando los últimos éxitos de
mazapán, yo andaba rayando la papa con el video
Thriller de Michael Jackson, aparte que por ese video pensé durante años que Jackson era un zombie, hasta que tenía ocho años y vi el video de
Bad.
Le contaba a todo el mundo que era posible pararse los pelos, porque los de
Soda Stereo aparecían en
Magnetoscopio Musical cantando con los pelos parados y era fijo que me gustaba
"Te hacen falta vitaminas". No sé porque... lo único que me sabía era el estribillo. Es cierto que me sabía la
cuncuna amarilla y el:
"¡Hola don Pepito!¡Hola don José!"
Pero lo que para mí en ese tiempo era
"Música de grandes", marcó mi infancia.
De no ser por las teleseries venezolanas que una tía que me cuidaba veía, jamás hubiese tenido el placer culpable de que me guste
"La maldita primavera"... O las canciones de la
Daniela Romo... Quien diga que no le gusta alguna
¡MIENTE! A menos que sea hombre...
Aunque igual he pillado por ahi algunos machos que deliran con:
"Celos de tus ojos cuando miras a otra chica, tengo celos... CELOS!!"
Sí... tengo en MP3 el cd:
"Música para encerar" y me moriría de ganas de ir a una
fiesta Kitsch gracias a que crecí viendo teleseries venezolanas cebolleras, donde el rico se enamoraba de la pobre y se perdían las guaguas y las minas quedaban ciegas con un golpe en la cabeza y con otro golpe la recuperaban.
Yo ví
"El derecho de nacer", no me pregunten como... Pero la vi.
Vi
"Cuna de lobos" con
Diana Bracho y la mala del parche.
Ví la
Topacio y la
Abigail... Con Cheíto y todo.
Eran los
80's y no era una niñita normal. Aparte de ser hija única, la única cincoañera en la casa, me gustaba la música cebolla, los Soda (Vaya mezcla, como el agua y el aceite... o a lo mejor no) y además hablaba sola. Recuerdo que jugaba a armar mis propias historias y yo era todos los personajes.
Todas las navidades pedía una Barbie verdadera, la de Mattel... pero siempre me llegaba la Rock Star o la Kimberly girl:
"Estas son las hermanitas menores de la Barbie" Me decían mis padres
Si es difícil engañar a un niño ahora, imagínense como era en esos años, un poco más fácil, pero nunca posible del todo.
Yo vi a la
Cecilia Bolocco ser coronada. Creo que soy la única en recordar como lloraba la Miss Italy al lado de ella cuando estaban a punto de decir quien era la Miss Universe.
Yo me sabía la canción que Lorena, presentó en la competencia folclórica del Festival de Viña del 87:
"Contenta estoy cantando y desde aquí te bailo..."
Extraña época aquella. Cuando tenía 15 decía:
"Menos mal que no fui adolescente en los 80's"
Pero ahora creo que hasta la hubiese pasado bien, quitándole todo lo escabroso que tuvo esa época, pero para que vamos a entrar en política.
Por alguna extraña razón
Los Prisioneros entraron a mis gustos musicales a los 17, en la infancia rara vez oí de ellos y cuando ya estaban con sus
corazones rojos, yo tenía nueve o diez años y ya no era tan rara, era una niña promedio que ya no vivía en casa de la mamá de su papá, que estaba enamorada de su vecino y vibraba con los
New kids on the block y su canción
"Tonight", me la sabía de memoria...
CUEK!!!Y pensar que la idea de este post surgió cuando vi a los
Soda nuevamente juntos en el noticiario de antenoche. Por que recordé que era la única del kinder que los escuchaba gracias a que a la hora de
Magnetoscopio Musical no me dejaban ver otra cosa más que a
Rodolfo Roth sentado estático en una silla hablando muy correctamente acerca de tal y cual grupo.
La infancia de una hija única puede ser muy especial, dependiendo de la época y el entorno en que la vivas. Parte de ella en ese entorno fue buena y es la que cuento ahora, en este post, gracias al regreso de Ceratti y compañía que me hizo recordar todo lo bonito.
Nos independizamos como familia en 1988, justo para el plebiscito. Llegamos a la que fue nuestra casa durante 14 años. En ese tiempo empecé a ver
Más música... jajaja.
Pero después olvidé eso y fui una niña gustosa de los dibujos animados. Creo que el hecho de tener libertad para ver
Tom y Jerry o los
Pequeños Ponys me hizo olvidarme de la música hasta los 14, cuando decidí que estaba lo suficientemente grande como para ver
Sábado Taquilla. Claro, antes había visto
Losing my religion, el primer video musical que vi... por lo menos, el que para mi fue realmente musical por ser raro. Nunca lo he entendido bien... Pero tengo toda una vida para entenderlo.
Ok, no doy más la lata, escribí demasiado y vaya a saber una si tienen aguante para llegar hasta acá...
Besos a todos.