HUELGA DE LÁPICES CAIDOS

Cuando yo estaba en el liceo y algún profe nos decía que iba a hacer una prueba de la que nadie había oído antes, saltaba alguno de mis compañeros con espíritu justiciero y decía:

"Haaa... vamos a hacer huelga de lápices caídos"

Claro nosotros reíamos pero al final nos resignábamos a hacer lo que el docente decía... Éramos estudiantes y había que acatar.

Nuestras únicas experiencias políticas eran las de ir a los debates entre los candidatos a presidir el Centro General de Alumnos (CGA), donde nos prometían nuevos gimnasios, más espacios en los comedores y también la limpieza de todos los grafittis de los baños y la aromatización de todos ellos, claro, porque para ir a hacer las necesidades un estudiante necesita un ambiente agradable y placentero. Luego íbamos a votar y al final ni sabíamos si el candidato por el que habíamos votado era el triunfador, porque en resumidas cuentas ni nos interesaba.

¿Qué pasó?

Algo pasó en estos siete años de vida alejada de las aulas escolares, porque la verdad es que lo que ví hoy en la edición de TVN Red Maule me dejó impactada, a eso se sumó lo que escuché en la Radio Cooperativa mientras venía de regreso a casa a bordo de un colectivo, jóvenes que no pasan de los 16 ó 17 años con ideas más claras que las mías, defendiendo ideales más firmes y reales que los míos... luchando por algo, mientras yo sentía que en mis tiempos muchos luchaban por nada. Muchachas y muchachos con voz firme planteando de manera clara las razones por las cuales se toman los liceos y realizan paros indefinidos: Pases escolares, mejoras en la educación, gratuidad en la inscripción para la PSU (Prueba de selección universitaria)... todo eso resumido en un grito común que se extiende por todo el país, como si alguien hubiese encendido una mecha de pólvora en alguna parte de Chile y esta se consumiese a la velocidad de la luz. Los jóvenes tienen voz al parecer.

Sin embargo, siendo ahora una vieja (En comparación con ellos) que está a punto de cumplir los 25, me pregunto si yo en mi época habría peleado de la misma forma que la de estos púberes revolucionarios, no lo sé, tal vez sí o no... la duda siempre va a existir. Lo único que sé es que en la Universidad están en una "especie" de paro (Digo especie porque nadie en la U sabe a ciencia cierta que es lo que exactamente quieren...) y ahora nos piden a las demás carreras que nos sumemos, pero las demás carreras no tenemos muchos deseos, yo tampoco quiero porque creo que debo estudiar y porque yo sé que con tanta presión no se logra nada, por lo menos en mi U... Todo lo que tenemos lo hemos logrado conversando, duramente, pero conversando.

Cada cual tiene derecho a expresar sus opiniones como mejor les parezca, lo único que sé es que todo ser humano tiene voz y es cosa de cada uno como se hace escuchar en medio de un mundo tan loco y tan disgregado como este. Los estudiantes que desde hace un tiempo están protestando en Chile la tienen y vaya que la han hecho escuchar... Son cabros con iniciativa, con garra... flojos de mierda no faltarán que por capear clases son capaces de todo... infiltrados de mierda tampoco faltarán, porque se encapuchan y se creen anarcos y deján la cagá porque no creen en el sistema, cuando no se dan cuenta que ellos tienen mucha culpa de que el sistema no funcione bien...

Hay quienes dicen que hay política tras esto, que hay profesores tras esto, yo he observado el comportamiento de estos muchachos a través de las pasadas semanas y sinceramente no lo creo. Creo que de una vez por todas hay que aceptar que los cabros chicos no son weones que viven la vida jugando nintendo ni vitrineando en las multitiendas, tienen capacidad de pelear... ES EL FUTURO DE CHILE y... se viene fuerte la cosa.

Hasta han captado la atención de los cubanos: Acá y acá. Los mexicanos también... ACA.

Más encima la Presi está enojada con los niños, le salieron desordenados, dice que no le han doblado la mano al gobierno y el Ministro de educación Martín Zilic tiene el colon pidiendo a gritos que dejen de hincharle las pelotas, porque es un órgano sensible y se siente morir.

En fin es por culpa de los disconformes que se han allegado los cambios al mundo, porque si todos nos quedaramos en los laureles hace mucho tiempo que ya no tendríamos nada.