1º de Mayo... Día del trabajdor, día feriado. Algunos se fueron de viaje a los litorales donde les cobran por todo, por cargar el celular, por ducharse, por las cucharas con que tomas el tecito... por respirar, hasta por hablar ¡Hasta donde vamos a llegar, por favor!
Otros 98 están hospitalizados porque se les ocurrió comer comida árabe en un restaurant llamado Harissa de Santiago, la comida tenía pollo y la carne no era muy santa y al final todos se contagiaron con salmonella ¿Como la ven?
También hubieron quienes decidieron ir a escuchar a Arturo Martínez, Presidente de la CUT, como todos los años, en esas asambleas realizadas en Alameda con Portugal, las mismas en que dicen que lucharán por el derecho del trabajador y esas cosas que hacen sentir a la fuerza laboral de este país que le importan a alguien, aunque sea por hoy. La ilusión se acaba los dos de mayo, cuando se dan cuenta de que todo lo prometido en aquellas enfervorizadas arengas proletarias de la CUT eran sólo voladores de luces, ustedes saben pues, para la tele. La Nación Domingo dice que este 1º de Mayo pilla al panorama del trabajador promedio en buen pie, porque hay menos desempleo, está la famosa ley que regula las subcontrataciones (Una ley que busca regular la situación de empleados de una empresa determinada, que son subcontratados por otra para hacer una labor anexa... Por ejemplo, los guardias de Almacenes París), el chiche de este año en la tabla a tratar dentro de la tradicional asamblea CUTISTA. Habían tantas cosas.
Y así seguía un feliz día feriado hasta que pasó lo que tenía que pasar en las calles capitalinas... Y empezaron los desmanes y la destrucción (Siempre destrozan primero los Burger In y los Mcdonald's ¿Por qué será?). Los vándalos siempre se invitan solos, decían reciencito en los noticiarios, porque el señor Martínez dijo a las 08:10 de la mañana en la edición matinal de 24 horas que todos los trabajadores estaban invitados a la manifestación... Menos ELLOS, los pequeños diablillos encapuchados que tienen algun extraño goce dejando maltrechos los móviles de canales nacionales, los paraderos de las micros y los locales comerciales... tirando piedritas, piedras y piedrotas al poder policial, que gallardamente defiende la integridad de la seguridad pública. Claro, hasta que pueden no más, porque según lo que vi si no arrancan esos señores policías los dejan bañados en pintura con contenidos de dudosa reputación. Uffff!!!
Testimonio gráfico de un día de furia... gracias a mi diario regalón La Tercera
En mi región hubo manifestaciones, participó la CUT local, TravesChile y otras organizaciones que trabajan dignamente por estos lados. Acá igual se tiene espectación por la famosa ley de subcontrataciones... Pero de desmanes, nada, es que aca en Talca nunca pasa nada... No sé si por ordenados, quedados o porque simplemente la gente perdió la esperanza de obtener algo con las protestas.
Pero otros, como buenos trabajadores, debimos salir a laborar. Viajé a Lontué, pueblito pequeño donde apenas te ven saben que no eres de ahí, en las calles, en la plaza o en la iglesia ¿O será que yo soy perseguida?
Durante la jornada escuché al Obispo decir que su trabajo era hacer feliz a la gente y que el trabajador debe trabajar con Dios en el corazón, bendijo herramientas de la tierra y las manos de los campesinos y eso... mmm... Todo trabajo es digno... si está bien hecho... Será ¿No?
Luego, de regreso a casa, en el bus, leía en La Nación Domingo algo impactante sobre la felicidad y el dinero... Pero hablaré de eso después, mañana tengo prueba de estadística... tengo que terminar la nota donde contaré las actividades de hoy y dormir... claro, eso importante. Además, ya no quiero escribir tan largo.
(Reitero los créditos de las fotos: La Tercera)
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