Los ojos casi se me llenan de lágrimas cuando por la televisión pude ver aquel papel, suspendido dentro de una bolsita ante los medios de comunicación y la mirada llena de esperanza de tanta gente que, desde hace 18 días, esperaban una noticia como esta.
"Estamos bien en el refugio los 33"...Esa frase se me grabó a fuego. Los 33 mineros que quedaron atrapados el 05 de agosto en la Mina San José estaban vivos y bien, sin problemas, situación que quedó demostrada al volver una de las sondas desde el fondo de la mina con señales de supervivencia... Entonces me di cuenta de que esa es una de las tantas pruebas que Dios nos envía para demostrarnos que existe, que aquellas personas tienen unas ganas tremendas de vivir y regresar a la superficie con sus familias. Debo admitir que la noticia me sorprendió...
"No deben estar todos vivos, más de alguno debió morirse en el derrumbe", le decía siempre a mi madre.Nunca hubo una ocasión en que disfrutara tanto tragarme mis palabras, como esta. La lección de vida que le dan a Chile estos hombres es inigualable... Si alguna vez sienten que la vida no les sonríe o creen que no existe nada en que creer en este mundo, recuerden el ejemplo de estos hombres cuya fortaleza ha dejado a varios con la sensación de que siempre hay esperanza, de que nunca hay que rendirse y que siempre se debe luchar por conseguir los sueños.
Ahora a esperar y seguir rezando para que estos hombres puedan salir sanos y salvos de aquella mina derrumbada. Que no demoren dos o tres meses, como a dicho la prensa, ojala el próximo mes podamos verlos surgir de las entrañas de la tierra, venciendo la adversidad con una sonrisa en el rostro, deseosos de abrazar a los suyos.
Con todo ese temple dan ganas de gritar un sentido ¡VIVA CHILE! ¿O no?...
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