
Es como la cresta de la ola que se mantiene por días y días hasta chocar contra algún roquerío... Ahí me transformo en una especie de ostra cerrada y no digo nada, no escribo nada y me apago. Lo único malo es que el periodo es muy largo. Mi ostracismo es prolongado.
En días soleados como estos me siento así, especialmente si es invierno.
querida alma, aprovecha estos estados para escribir, para salir, para caminar para hacer esas cosas q cuando te conviertes en esa ostra no haces! besos
ResponderEliminar