No sé si ustedes recordarán claramente en que momento dejaron de creer en el viejito pascuero... Yo sí, tenía seis años y era domingo. Recuerdo que en TVN dieron una película acerca del susodicho Santa Claus, en la cual se contaba la verdadera historia del viejito de rojo mezclada con la fantasía popular (En la vida real Papá Noel era un juguetero de algún país invernalmente europeo cuyo nombre no recuerdo, que repartía juguetes a los niños pobres todos los 24 de dic...).
La dieron dos veces, la primera vez que la vi tenía como cinco años y al año siguiente, volvieron a repetirla. Recuerdo patentemente una escena en la cual la niña protagonista escribe una carta al señor este y se la entrega a su malvada nana que, por supuesto, no creía en la navidad y por lo mismo, tira la carta a la basura. Sin embargo, la carta surge entre los deshechos y vuela con su correspondiente estelita de luz a través de la chimenea y llega mágicamente hacia el Polo Norte.
Al día siguiente estuve todo el día escribiéndole una carta a Papá Noel, mal que mal, estaba aprendiendo recién a escribir. La coloreé, la amononé y la dejé sobre la estufa, que mi mamá siempre ponía al lado de la ventana en nuestra antigua casa, el objetivo era que la misiva que con tanto sacrificio le hice al señor de la navidad volara de la misma forma que en la película. Era principios de diciembre...
Estuvo ahí hasta marzo y cuando mi mamá hizo aseo integral, la botó a la basura :(.
En ese momento me dí cuenta de que el señor de rojo era una ilusión que oculta a los ojos de los niños el hecho de que son tus padres los que te regalan y no un señor que anda en trineo. Además, en mi temprano razonamiento teñido de inocencia, me parecía muy raro que en pleno verano hubieran trineos y que con esta calor, el viejito fuese capaz de abrigarse tanto. Incluso la idea de un ser omnipresente que vigilara cada uno de tus actos para regalarte algo me parecía bastante limitante, era como estar presa en tu propio entorno... Y eso que en ese tiempo no tenía ni consciencia de que estábamos en Dictadura... Ahora me pongo a pensar que los papás te muestran al Viejito como una especie de GRAN HERMANO, que observa cada uno de tus movimientos, llega a ser aterrador... BRRRR!!!
Más encima esa navidad, en esa carta, le pedí una Barbie azafata... Me llegó una muñeca que parecía Barbie y que se llamaba: "Rock star" y así, todos los años, la Tiffany glamour, la Sally pink... No sé, los nombres son inventados, pero se asemejan mucho a los que traían las muñecas que me llegaron hasta los nueve años... jejeje.
Igual, me da mucha risa ir a la casa de mi abuelo, todos los años mis tíos arman toda una parafernalia para entregar los regalos. Mi primo mayor se esconde en alguna parte y empieza a reirse:
"JO-JO-JO-JO... Feliz navidaaaaaaad!!!"Y alguien apaga y prende las luces asemejando el momento más a la llegada de un Ovni, que a la visita de quien te vigila todo el año desde alguna parte que te portes bien. Otra persona hace sonar un cencerro que está botado en el patio todo el año (Recuerdo del pasado campesino de mi abuelo), pero que en esa fecha especial tiene vital importancia (Me pregunto ¿Qué sería de la performance si el próximo año les escondo el cencerro?). Después otra tía dice:
"Ho!!! Miren!!! Y estos regalos, que hacen acá???"Y todos mis primos menores (En primer y segundo grado) parten como estampida a ver los regalos y cuando hablo de ellos, me refiero a TODOS, desde la menor que tiene 3 años, hasta el mayor que tiene 15 años (Aunque no lo crean, él de verdad jura de guata que existe el Viejo... No es talla... Es cierto). Cuando sucede eso, tú no puedes interponerte en su camino, porque sin reparar en nada pasan por encima tuyo, les da lo mismo... Olvidan el respeto por los mayores y la compostura... Ellos quieren el regalo YA!!! Son niños... Y los queremos... jajaja
Igual es algo bonito, porque ya en su adultez recordarán esos momentos. Sin embargo mis padres son más terrenales. Nunca intentaron inculcarme nada que no pudiese ser comprobado científicamente en el futuro... Salvo la existencia de Dios... Pero por alguna razón siempre fui reacia a creer en eso, desde chiquitita.
Igual no me gustan mucho las festividades de fin de año y no por el hecho de descubrir que Papá Noel no existe, sino más bien por motivos que no viene al caso mencionar.
A pesar de todo...
Feliz Navidad a todos los blogueros!!!... Y que la pasen bien durante el año nuevo!!!
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