Los hospitales y otros servicios de salud pública han ido a paro. Si ir al hospital es ver la entrada plagada de banderitas azules de la FENATS y la CONFENATS, pancartas haciendo alusión a mejoras de sueldo y en la infraestructura de los recintos asistenciales... Un trato digno para los funcionarios hospitalarios que día a día dan su vida por atender bien a los enfermos pacientes que llegan a curarse de sus enfermedades.
De hecho, hace unos días mostraron en los noticiarios regionales imágenes de los empleados del Hospital Regional haciendo una olla común en las afueras del lugar... Y en el mono que transmitían por la tele me pareció ver a una enfermera gritando por mayor dignidad en el trato laboral, por que le suban el sueldo... Saben? Nunca olvidé la cara de esa señora, porque en marzo fui a un control en el hospital, en el nuevo policlínico que construyeron hace poco. Recuerdo que ese día hacía un calor sofocante, había tanta gente que nisiquiera abrir las ventanas del lugar quitaba el calor, por eso es que se habían desmayado dos señoras de avanzada edad, fue entonces cuando vi junto a mi esa misma enfermera hablando por teléfono:
"Oye... envíame otro ventilador para acá, mira que se han desmayado dos viejas ya. Estas se creen que una es empleada de ellas, a la otra me piden que las lleve a un hotel cinco estrellas... Ya, pero vente luego que me están leseando acá..." Y colgó de golpe el teléfono.Así como escuché cosas de esas, he escuchado otras peores mientras espero mi turno de atencion... Pero, no hay que meter a todos en el mismo saco, porque igual he conocido gente que de verdad tiene la autoridad suficiente para pedir con justa razón que les reajusten el sueldo... Pero esta enfermerita... pffff. Es un siete la señora... Un premio a la bondad...
¿Creen ustedes que las exigencias de estos funcionarios merecen ser escuchadas? ¿O es sólo una exageración?